El cambio en el poder adquisitivo hacia la Generación Z es un desarrollo masivo en nuestro tiempo. Si bien los cambios generacionales ocurren regularmente, tal vez ningún cambio sea (o sea) más sísmico que el ascenso de este grupo ‘Zoomer’.
Según un artículo reciente de Vogue , los consumidores de la generación Z tienen un 38 % más de probabilidades de haber comprado online en los últimos tres meses. Están dispuestos a comprar en todos los canales, tienen apetito por artículos de mayor calidad y, lo que es igual de importante, están ansiosos por mantenerse al día con los desarrollos culturales como la sostenibilidad.
Esta conciencia de las tendencias sociales también está dando lugar a algunos indicadores clave del gasto generacional. Dado que los Zoomers creen que las generaciones anteriores representaron el consumo excesivo, el capitalismo y el materialismo, prefieren marcas que coincidan con sus valores fundamentales, como la responsabilidad ambiental, la igualdad y el comercio justo.
Las cadenas de suministro son, sin duda, uno de los pilares fundamentales que sustentan la globalización, el capitalismo y el consumismo. Sin embargo, esos problemas a menudo se citan como las causas principales de la actual emergencia climática que enfrentamos hoy. En nuestra opinión, proporcionar ropa, opciones de envío y opciones de devolución más ecológicas y sostenibles a los consumidores es la esencia del comercio de la cadena de suministro. Va más allá del simple cumplimiento de la oferta y la demanda.
La tecnología adecuada puede empoderar y permitir que las empresas ofrezcan a sus consumidores opciones más informadas y más ecológicas en cada etapa del proceso de compra.
Funciona desde el momento en que una persona hace clic en el botón Comprar ahora, hasta un proceso de empaque más eficiente que reduce los volúmenes de envío, hasta rutas de transporte optimizadas que reducen las millas de viaje, los camiones en la carretera y los aviones en el aire. Los resultados finales son emisiones de CO2 reducidas, experiencias excepcionales para los clientes y una mayor alineación con los sentimientos de los consumidores, todo al mismo tiempo.
Esto es posible gracias a la unificación de todos los elementos del proceso de compra, desde el almacén y el envío hasta el comercio y el cumplimiento.
Eso es lo que brinda a los consumidores y las marcas la capacidad de realizar cambios en los pedidos de última hora o combinar envíos justo hasta que los artículos salen del almacén, la tienda, el sitio oscuro o el microcentro logístico. El comercio de la cadena de suministro brinda al consumidor final herramientas para tomar decisiones de compra más ecológicas y sostenibles, y las marcas que lo hacen probablemente serán recompensadas con una mayor lealtad y negocios repetidos.
La integración de las economías nacionales en un sistema económico global ha sido uno de los desarrollos más significativos del último siglo. No debemos perder de vista el hecho de que el flujo de mercancías en todo el mundo es de vital importancia para el sustento y el bienestar de miles de millones de personas en todo el mundo.
Al mismo tiempo, también tenemos el deber de reconocer que el movimiento de mercancías puede ser intrínsecamente perjudicial para el medio ambiente y un creciente contingente de consumidores exige que lo hagamos mejor.
El comercio de la cadena de suministro ofrece al capitalismo un momento de ‘puertas corredizas’ para tomar un camino diferente. Un futuro más verde y sostenible que equilibre las expectativas de los consumidores con la salud del planeta es una oportunidad para que el capitalismo encuentre su conciencia.