Tras el boom del comercio exterior que se dio con la llegada de la globalización en el siglo XX, el intercambio comercial entre países no sólo se ha mantenido como una de las tendencias mundiales, sino que ha potencializado su desarrollo, evolución y transformación para adaptarse al contexto del siglo XXI, en el que la única constante es el cambio.
Los motivos van desde conflictos comerciales entre potencias, como el de Estados Unidos y China, hasta la pandemia del COVID-19, sin pasar por alto la guerra entre Rusia y Ucrania.
Lo cierto es que a más de 20 años de haber iniciado un nuevo siglo, el comercio exterior se ha mantenido en una búsqueda incesante por optimizar los costos en lo que a producción y logística se refiere.
Durante las dos primeras décadas del siglo XXI, China y otros países de Asia se habían consolidado como los principales proveedores de componentes para la industria a nivel mundial, debido a sus bajos costos de producción.
Fue en esta etapa cuando alcanzó su máximo desarrollo el offshoring, un proceso mediante el cual las empresas transfieren sus procesos productivos a otras naciones lejanas, donde los precios de maquila son considerablemente más bajos.
No obstante, la llegada de la pandemia del COVID-19 trajo consigo cambios significativos en la cadena de suministro, y por ende en el comercio exterior, uno de ellos es el nearshoring que a diferencia del offshoring, se caracteriza por transferir procesos de manufactura y/o producción a países cercanos, con costos similares a los de naciones lejanas, pero con grandes ahorros logísticos debido a su proximidad, especialmente en estos momentos donde existen grandes problemas económicos.
Y es que el incremento de costos de mano de obra y sobre todo de la logística derivados del COVID-19, hizo que China y otras naciones asiáticas ya no fueran tan atractivas para maquilar o elaborar productos, en tanto que otros países -como México- mantuvieron precios competitivos.
En el caso de nuestro país, el nearshoring abrió una nueva puerta para incrementar el comercio con Estados Unidos, su principal aliado en este rubro, debido a que México cuenta con costos de mano de obra competitivos y una localización geográfica que se traduce en una reducción de más de 70% de tiempos logísticos con respecto a China, para las empresas estadunidenses y de otros países en la región norteamericana.
Previo al alza de costos derivada de la pandemia, la guerra comercial entre China y Estados Unidos ya había hecho que varias firmas norteamericanas rompieran sus acuerdos con el país asiático y trasladaran sus procesos productivos a México, a fin de buscar precios de maquila y producción más bajos.
Aunado a este hecho, la práctica del nearshoring ha favorecido las alianzas de México con Estados Unidos (el mayor importador del mundo) y Canadá mediante el Tratado de Libre Comercio (T-MEC).
Más allá de las ventajas económicas, el nearshoring supone una transportación más cercana de materias primas y/o productos, lo cual requiere una menor utilización de energía mediante la elección y planeación de la logística adecuada.
Por su parte, las empresas de transporte intermodal han jugado un rol importante para fomentar el nearshoring, pues el 40% del comercio entre estos tres países se realiza mediante esta modalidad de traslado de mercancías.
Además, el transporte intermodal se vale de distintos medios de transporte, como el ferrocarril, que permiten optimizar y trasladar una mayor cantidad de carga con un menor requerimiento de combustibles, al tiempo que aumenta la seguridad e integridad de los productos, usando contenedores.
A unos días de haber celebrado el Día Mundial de la Protección de la Naturaleza, que se festeja a nivel global el 18 de octubre, bien vale la pena resaltar que todo esfuerzo en favor de la preservación del medio ambiente será en beneficio de todos.
Ante esta realidad, sólo me resta decir que, si tu empresa no se ha subido al tren del nearshoring, es hora de considerarlo, los beneficios son tangibles.
Jocelyn Romero actualmente es directora de la firma de transporte intermodal, Multimodal Solutions Cargo, donde encabeza a un equipo de mujeres, que en su conjunto suman más de 15 años de experiencia dentro la industria.
Cuenta con más de 20 años de experiencia en la industria logística intermodal, tiempo durante el cual ha colaborado, entre otras empresas, para Ferromex y Union Pacific, dos de las más importantes dentro del sector ferrocarrilero en México y Estados Unidos, respectivamente.
Se ha dedicado a promover el uso del transporte intermodal en México, enfocándose en el desarrollo de negocios, conversión de clientes y capacitación de equipos de trabajo.